Fuego (Los siete reinos II)
Kristin Cashore
Año: 2010
Páginas:416
Roca Editorial
Treinta años antes de que Graceling salvara su reino... Al otro lado de las montañas al este de los Siete Reinos en una tierra rocosa y asediada por la guerra que se llama Dells, Fuego tiene 17 años y es la última monstruo del reino con forma humana. Es preciosa en cuerpo y mente, tiene una cabellera de color rojo brillante que ondea al viento como una llama y comparte el poder de leer la mente y ejercer su influencia silenciosa sobre los humanos con sus congéneres, pero tiene un gran defecto que hace que estos no confíen en ella, la odien, la aparten: sabe distinguir entre el bien y el mal. Cuando la conspiración estalla para derrocar al rey, Fuego deberá elegir entre la fidelidad a los suyos y el amor por un príncipe en cuya cabeza no puede penetrar.
Opinión personal
Comencé esta segunda parte de Graceling con ganas, puesto que la primera parte me gustó mucho, esa época "medieval" juntada con toques fantásticos que aportaban los graceling y llena de aventuras es muy de muy estilo. Pero esta segunda parte, Fuego, no tiene nada que ver con la primera ni siquiera comparte espacio- tiempo ni menos aún protagonistas, que era uno de los motivos para continuar con la lectura, claro está que me dí cuenta de que era una precuela >.<.
Kristin Cashore
Año: 2010
Páginas:416
Roca Editorial
Treinta años antes de que Graceling salvara su reino... Al otro lado de las montañas al este de los Siete Reinos en una tierra rocosa y asediada por la guerra que se llama Dells, Fuego tiene 17 años y es la última monstruo del reino con forma humana. Es preciosa en cuerpo y mente, tiene una cabellera de color rojo brillante que ondea al viento como una llama y comparte el poder de leer la mente y ejercer su influencia silenciosa sobre los humanos con sus congéneres, pero tiene un gran defecto que hace que estos no confíen en ella, la odien, la aparten: sabe distinguir entre el bien y el mal. Cuando la conspiración estalla para derrocar al rey, Fuego deberá elegir entre la fidelidad a los suyos y el amor por un príncipe en cuya cabeza no puede penetrar.
Opinión personal
Comencé esta segunda parte de Graceling con ganas, puesto que la primera parte me gustó mucho, esa época "medieval" juntada con toques fantásticos que aportaban los graceling y llena de aventuras es muy de muy estilo. Pero esta segunda parte, Fuego, no tiene nada que ver con la primera ni siquiera comparte espacio- tiempo ni menos aún protagonistas, que era uno de los motivos para continuar con la lectura, claro está que me dí cuenta de que era una precuela >.<.
Si bien es cierto que sigue manteniendo el toque medieval, de castillos y príncipes, costumbres anquilosadas y protagonista femenina pero nada más. Kristin Cashore nos lleva al otro lado de las montañas de los Siete Reinos y en un tiempo anterior a Graceling, al reino de los Vals, por lo que nos descubre otra zona con sus propias disputas entre reinos pero que no saben nada de la existencia de los graceling al otro lado.
En una zona apartada en el norte del reino, se encuentra Fuego, la bella pelirroja protagonista y es una monstruo, no comparte los ojos de color como un graceling pero si poderes, y es que puede "leer" los pensamientos de la gente pero no los utiliza para manipular, por ello decidió vivir aislada, fuera de todo el bullicio de las ciudades con su padrino y el hijo de este, Arquero, que resulta ser su "amiguete".
Fuego tiene inquietudes, que resurgen cuando parece que intentan matarla y es que a pesar de que hay animales monstruos, que desean comérsela en todo momento, ella es la única humana monstruo de la que se tiene constancia y por ello, es codiciada. A lo largo de las páginas la veremos ir cambiando, madurando y queriendo ampliar horizontes sobre todo desde la llegada a la capital del reino y su encuentro con el rey Nash y su hermano, el comandante Brigan. Fuego tendrá que debatirse entre permanecer aislada o poner su poder al servicio del reino con las consecuencias que conlleve para su vida diaria pero por intentar salvar al reino de las manos de nobles con ansias de poder.
