En estas cortas vacaciones he tenido el gusto de hacer un viaje a Biarritz y Bayonne, ciudades de la zona suroeste de Francia, también conocido como País Vasco francés.
Empezamos por Biarritz, ciudad costera a unos 20 km de España, caracterizada por sus grandes olas, estupendas para surfistas y por ser desde hace mucho tiempo destino de aquellos con más poder adquisitivo, y eso lo vemos sobre todo en las casas que se agolpan en la costa y sus alrededores, además la Emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, hizo construir un Palacio muy cerca de la playa, que hoy es el Hôtel du Palais, te acercas para verlo pero nada más, que tiene acceso restringido.
Biarritz, tiene cierto encanto de pueblo costero, aunque a mi parecer algo masificado en esta época de verano.
Nos encontramos también con un faro, que nos deja unas bonitas vistas de la ciudad.
Nos encontramos también con un faro, que nos deja unas bonitas vistas de la ciudad.
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| Bayonne |
Ahora nos vamos un poquito más arriba, hacia Bayona (Bayonne), a unos poco kilómetros de Biarritz, tan cerca están que prácticamente existe continuidad entre una localidad y otra.
Bayona tiene algún aspecto histórico y cultural mayor que la anterior ciudad, es además la capital del País Vasco francés. La ciudad tiene un casco antiguo donde encontramos la muralla fortificada de 1680, que se extiende a ambos lados del río Nive y es que Bayona tiene dos ríos que confluyen en sí, el Nive y el Adur, lo que le da un toque marítimo a la ciudad, paseando por sus alrededores hay múltiples cafeterías donde degustar la comida francesa. Continuando el paseo por el centro encontramos la catedral de Santa María, la cual fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.
En lo que a museos se refiere, tenemos dos, el Musée Bonnat, que expone la colección donada por el pintor local León Bonnat (1833-1922) con pinturas que van del siglo XIII al impresionismo; y el Musée Basque, dedicado a la tierra vasca.
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| Catedral de Santa María |
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