miércoles, 11 de enero de 2017

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Lectura. La estación de las flores en llamas

La estación de las flores en llamas
Sarah Lark
Páginas: 840
Año: 2015
 Ediciones B


Mecklemburgo, 1837: el sueño de una vida mejor convence a los familiares de Ida de emigrar a Nueva Zelanda. Pero cuando el barco Sankt Pauli llega por fin a la Isla Sur, a todo su pasaje le espera una sorpresa desagradable.
¿Así es realmente la tierra prometida? Pronto el destino de Ida toma un giro tan inesperado como el de su amor secreto hacia Karl. Y por algún motivo, en esa tierra Ida solo encuentra amistad y protección en la exótica y singular Cat, una chica criada entre maoríes… Hasta que llega la noche de la gran inundación.


Opinión personal
Como bien he dicho en otras ocasiones Sarah Lark es una de mis escritoras de cabecera ,si bien en las últimas lecturas ya no me está sorprendiendo tanto y está empezando a caer puestos pero de igual manera sus novelas son muy entretenidas y culturales, anda que no he aprendido de la cultura maorí.

En esta ocasión el comienzo de la novela nos lleva a Alemania, allí la vida es dura y fría. Es en el año 1837 donde la familia de Ida decide embarcarse rumbo a Nueva Zelanda, una nueva tierra que les ofrecerá mejores oportunidades, un lugar donde formar una nueva comunidad. Cual es la sorpresa de todos cuando descubren que la tierra no es tal como les habían prometido y que deberán de "enfrentarse" a los maoríes, los legítimos propietarios de la tierra. Estos alemanes, luteranos de creencia, muy rígidos de pensamiento tendrán más de una dificultad con las tierras y la población pues siempre intentarán crear su círculo cerrado, sin adaptarse a lo que de verdad les rodea, ocasionándoles más dificultades todavía.
En este lugar y comunidad, Ida y Karl, un compañero de colegio de la joven y que guarda un amor secreto por ella verán como los sueños se pueden hacer realidad pero también como esa nueva vida les da más de un golpe. Así pues nuestros protagonistas: Ida, Karl y Ottfried, tendrán que hacer lo que sea para aclimatarse y nuestra otra protagonista femenina: Cat, también lo tendrá complicado. Ella es una joven que escapa de la localidad ballenera donde están apunto de subastarla para convertirla en prostituta y se criará con los maoríes, para terminar conociendo a Ida y formar así un dúo inseparable. 
Dos chicas muy diferentes y que de forma insospechada son necesarias la una para la otra, haciendo que una se contenga más mientras que la otra sea cada vez más independiente, dejando a un lado la rigidez luterana.

En La estación de las flores en llamas es sobre todo un relato de amistad por encima de todo, y de apertura de mente, ya que todos los que desembarcan en la nueva tierra tendrán que esforzarse por adaptarse pero también para aquellos que ya llevan un tiempo puesto que las circunstancias van cambiando constantemente.
La autora mantiene el mismo ritmo que en anteriores entregas, siempre sucede algo a los protagonistas que hace que tengas que seguir leyendo y no dejarlo así. De esta forma volveremos a redescubrir la cultura maorí, la llegada de la cría de ovejas a la Isla Sur y la aparición de las comunidades alemanas, entre otras. 

Como es habitual en Sarah Lark, nos cierra el círculo de la primera generación esperando que desarrolle más estos personajes en la segunda entrega y que nos descubra algunos más, probablemente las vidas de Carla y Linda

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