Después de seis años de la película 300, dónde los espartanos se enfrentaban a los persas en el paso de las Termópilas, este 2014 nos encontramos con otra batalla que implica a griegos y persas. Esta transcurre al mismo momento que la anterior y por ello, de vez en cuando nos dejan caer comentarios al respecto de la suerte que corren los 300 espartanos.
En 300, El origen de un imperio, el general griego Temístocles lucha por conseguir la unidad de las polis
griegas que parece resquebrajarse por momentos cuando se escudan en su autonomía y poder de decisión individual. Él dirige las tropas griegas que se enfrentan con el ejército
persa, liderado por Xerxes y Artemisa, para impedir la invasión del
país.
Como en la primera entrega la sangre y la violencia está asegurada a montones. La acción se encuentra ahora en el mar, la lucha entre embarcaciones es mucho más difícil de controlar y con una flota tan pequeña la de los griegos se tendrán que enfrentar a miles y miles de barcos persas, que van liderados por la comandante Artemisa, quién guarda mucho odio y rencor. La única opción es tener una buena estrategia y en eso Temístocles parece no fallar.
La historia no ofrece nada nuevo, pues en cierto modo está basada en el hecho histórico acaecido. Estéticamente tampoco da nada nuevo ya que es igual que la primera, ofreciendo sangre, mucho músculo y violencia, aunque hay que decir que para pasar el rato pues tampoco está mal.
Os dejo el tráiler por si alguien aún no le ha echado un ojo.
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