lunes, 16 de enero de 2017

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Cuadernos de viaje. Día 2: Hillerod y Nochevieja

Para el día 31 de diciembre, y por tanto, último día del año, teníamos de nuevo una agenda apretada.


Nos levantamos directos para ir a Hillerod, una localidad a unos 30 minutos en tren de Copenhague, allí nos aguarda el Castillo de Frederiskborg y debo decir que ha sido una de mis visitas favoritas. 
Gratis con la Copenhague Card se puede visitar prácticamente entero: una capilla impresionante, salas de baile, aposentos de la reina, del rey, cocinas, almacenes, cuenta incluso con una exposición  en la última planta ya que este castillo cuenta con el Museo de Historia Natural.
Su constucción fue comenzada en el siglo XVI por el Rey Cristian IV
Podemos incluir en la visita (¡y con mucho frío!) unos inmensos jardines alrededor que dejan una bonita estampa. El castillo está rodeado de agua y de nuevo parece que flota, estos reyes daneses sabían crear buen efecto :-)

Desde los jardínes el castillo de Frederiskborg

Los jardines tienen estilo romántico que hasta puede recordar a Versalles, llenos de fuentes y setos cuadriculados. Estos jardines sirven de retiro para los habitantes de la localidad y te llevan hacia otros sitios que ver. Tras realizar la visita nos encaminamos hacia el pueblo pero estaba aún más desierto que Helsingor el día anterior... ¡¡era sábado!! Todo muy tranquilo y muchos locales cerrados. 



Interior del castillo Frederiskborg
De aquí nos decidimos a ir a Copenhague a visitar la Rundertaam o Torre Redonda, puesto que en la página web constaba que estaba abierta hasta las 18h en este día y había que ser optimizando la tarjeta, eran las 14.45h cuando llegamos a ella y cual es nuestra sorpresa que el chico de la taquilla nos dice que quedan 5 minutos para cerrar... ¡¿QUÉ?! Me pilló desprevenida después de hacer cola (y mucha más gente detrás) porque hasta en el mismo folleto ponía las 18h sino le hubiera dicho un par de cositas. Fue muy indignante, y entiendo que en vísperas de nochevieja quieran cerrar antes pero lo correcto es avisarlo en la web o en un cartel en el mismo edificio pero no había por ningún lado, y más indignante aún que vea a la gente todavía haciendo cola y no sea capaz de decir que ya no van a poder subir. Así que con todo el mosqueo del mundo decidimos retirarnos a casa pero nos tropezamos con Canal Tours, un viaje en barco incluído también en la Copenhague Card, y para resarcirnos algo decidimos tomar la próxima salida, por suerte era el último pase, casi nos pilló ya oscureciendo pero eso nos dejó ver los canales iluminados así como otros monumentos. Este barco da una vuelta por Amalienborg, Nyhavn, El diamante negro, el edificio de la bolsa o la iglesia de Cristianshaven. 

Después del paseo y del frío que acompañaba ya, decidimos retirarnos para descansar un poco y disfrutar de la Nochevieja en el parque de atracciones más visitado del país: Tívoli.


Entrada a Tívoli Gardens
Tívoli es un parque hecho por y para los daneses, cuenta con decoración según la época del año y como no, en estas fechas el tema es la Navidad, todo lleno de luces. Esta decoración temporal se extiende desde principios de Diciembre hasta el 3 de Enero. Es libre con la  Copenhague Card para dar el paseo por el interior aunque se deben pagar las atracciones aparte, si que hay otro pase que es todo incluido, incrementando el precio claro. Tívoli es un lugar magnífico y lleno de magia para pasar la noche, cierra a las 00.30 pero puedes entrar desde varias horas antes y disfrutar del ambiente, las luces navideñas, tomar algo en uno de sus muchos restaurantes y puestos o montar en una atracción al mismo tiempo que disfrutas de espectáculos al aire libre. 

Nosotros pudimos ver los fuegos artificiales de las 23h en el barrio chino y alrededores, zona que queda cerrada minutos antes por seguridad. Hasta esta hora hay mucha gente y puede resultar un poquito agobiante pero tras finalizar los fuegos, la gente decide salir fuera para disfrutar de más fuegos artificiales dando la medianoche en el exterior cerca del Ayuntamiento (justo al lado del parque). Al terminar nos dirigimos al lago y casualmente empezó un espectáculo de luces y agua con música del Lago de los cisnes... bonito.

Las uvas de la discordia
Para acercarse a las 12 de la noche y más y mas fuegos artificiales que no paraban ni acercándose la hora, allí no había campanadas o al menos no se escuchaban con todo el estruendo de fuegos por toda la ciudad. A pesar de ello nos comimos las uvas probablemente a destiempo así que a ver cómo va el año JAJAJ. Y es que nos era desconocida la afición de los daneses por los fuegos artificiales, qué locura, los tiran desde cualquier parte y no son unos simples fueguitos que tiran los niños... no, gente de cualquier edad y origen tirando unos fuegos/petardos de gran tamaño desde el medio de la calle, al lado de coches, en pasos de peatones... una locura en general, que se extendía desde bien entrado el día hasta altas horas de la noche llenado el cielo de destellos de colores. Y aquí termina nuestra entrada al año 2017 y el día 1 aprovecharemos para visitar Roskilde y el Kastellet, intentando sacarle el máximo jugo a la Copenhague Card en su último día.

1 comentario:

  1. Qué pasada! Me encantan la arquitectura. Es como una fusión entre el estilo centroeuropeo y el ruso. Los petardos y eso no me gustan tanto pero está claro que viven la entrada de año de modo distinto jaja Pero vamos que donde estén nuestras doce campanadas con las 12 uvas que se quite todo XD

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