Páginas: 240
Año: 2014
Edebé
Kira se ha convertido en la reina de los decios, un pueblo que la odia.
Ella es la extranjera hidria que domina las aguas, que ha despertado a
los malditos, que ha causado una guerra interna? No puede fiarse de
nadie, ni siquiera de su compatriota Ode, ansioso de poder; ni mucho
menos de Edan, el amor de su vida? Desesperada, acudirá a una vieja
bruja, quizá la única que entiende la naturaleza de la Reina de Cristal y
la conjura que se cierne sobre su destino, mucho más terrible de lo que
imagina.
Opinión personal
Hace tan solo unos pocos días publiqué la reseña de La reina de cristal II la segunda parte de la trilogía del mismo nombre. Haciendo un resumen breve y sin spoilear demasiado, dejábamos a Kira como reina de Decia, un país que no la quiere, mientras se ganaba el rechazo de Edan y Moira, los otros pretendientes al trono que ni ella misma desea.
Esta tercera y última parte comienza en ese mismo punto. Kira quiere ser una reina respetable y quiere hacer lo mejor para un país que no la entiende y que se encuentra inmerso en rebeliones internas con los malditos comandados por su antiguo amigo y ahora general, Ode. Y con este personaje será quien tenga más de un conflicto pues los intereses de ambos parece que ya no van en la misma dirección. Kira está por tanto en una corte que solo le dice lo que quiere escuchar y no puede contar con demasiado (o nada) de apoyo, viéndose obligada a tomar sus decisiones de forma solitaria mientras Ode, su anhelado rescatador, realiza unas acciones tras otra que no son lo mejor para ella pues van en beneficio propio.
Este cierre de novela sigue la misma línea de las anteriores, escrita en primera persona conocemos los detalles de cada pensamiento de la reina Kira, que es un mar de dudas tanto por lo que le espera a la hora de gobernar como por sus sentimientos por Edan del que siempre se acuerda.
En cuanto a los personajes Kira ya digo que sigue como siempre, con mucho mar interior. Ode se vuelve más que odioso y no le auguraba un futuro así en el primer libro. Edan bueno... Edan no sabe muy bien qué hacer con su vida, tan pronto está convencido, como pasaba anteriormente, a pertenecer a la Orden del Desierto como de servir y ayudar a Kira abandonándolo todo. Mientras el personaje de Moira, muy secundario, pasa a reafirmar su papel de simple peón.
Se cierra con un final más que predecible pero aceptable pues todo estaba preparado para ello desde la página uno y no olvidemos que va dirigido a un público juvenil. Una puntuación final de 4/5 podría decir.
Hace tan solo unos pocos días publiqué la reseña de La reina de cristal II la segunda parte de la trilogía del mismo nombre. Haciendo un resumen breve y sin spoilear demasiado, dejábamos a Kira como reina de Decia, un país que no la quiere, mientras se ganaba el rechazo de Edan y Moira, los otros pretendientes al trono que ni ella misma desea.
Esta tercera y última parte comienza en ese mismo punto. Kira quiere ser una reina respetable y quiere hacer lo mejor para un país que no la entiende y que se encuentra inmerso en rebeliones internas con los malditos comandados por su antiguo amigo y ahora general, Ode. Y con este personaje será quien tenga más de un conflicto pues los intereses de ambos parece que ya no van en la misma dirección. Kira está por tanto en una corte que solo le dice lo que quiere escuchar y no puede contar con demasiado (o nada) de apoyo, viéndose obligada a tomar sus decisiones de forma solitaria mientras Ode, su anhelado rescatador, realiza unas acciones tras otra que no son lo mejor para ella pues van en beneficio propio.
Este cierre de novela sigue la misma línea de las anteriores, escrita en primera persona conocemos los detalles de cada pensamiento de la reina Kira, que es un mar de dudas tanto por lo que le espera a la hora de gobernar como por sus sentimientos por Edan del que siempre se acuerda.
En cuanto a los personajes Kira ya digo que sigue como siempre, con mucho mar interior. Ode se vuelve más que odioso y no le auguraba un futuro así en el primer libro. Edan bueno... Edan no sabe muy bien qué hacer con su vida, tan pronto está convencido, como pasaba anteriormente, a pertenecer a la Orden del Desierto como de servir y ayudar a Kira abandonándolo todo. Mientras el personaje de Moira, muy secundario, pasa a reafirmar su papel de simple peón.
Se cierra con un final más que predecible pero aceptable pues todo estaba preparado para ello desde la página uno y no olvidemos que va dirigido a un público juvenil. Una puntuación final de 4/5 podría decir.
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