Cuando el cielo se rompa y caigan las estrellas

Cherry Chic

Páginas: 480

Año: 2022

Montena

En Rose Lake hay un concurso de buzones Free Library cada Navidad y gana el vecino que tenga el buzón más bonito para libros.

Hay un festival de otoño que incluye subastas de calabazas y concursos de cortar leña con hacha.

Hay un solo restaurante, pero es posible que sirva el mejor chocolate caliente del mundo.

Hay un lago, claro, rodeado de montañas y espesos bosques, y sus habitantes apenas pasan de las mil personas.

Es, según Vera, el pueblo perfecto para resurgir.

Según Maia, un rincón perdido del mundo, entre las montañas de Oregon (Estados Unidos).

Según Martin es el mejor sitio para nacer y crecer.

Y según Kellan… Para el, Rose Lake es el lugar más hermoso y doloroso del mundo.

Opinión personal

¡Cuánto tiempo sin pasar por aquí...! Pretendo retomar esto un poco más a menudo pero no sé si lo podré cumplir, pero si quiero al menos, reseñar no todas las lecturas del año (que cada vez son menos) pero si aquellas que más me hayan gustado y "marcado" por algún motivo.

Para empezar esta nueva tanda (y primera de 2023), traigo la novela de Cherry Chic: Cuando el cielo se rompa y caigan las estrellas.

Durante el 2022 ya leí varias obras de la autora, con la saga de #Sinmar, que si puedo ya reseñaré en algún momento. No sabía con esta novela, ubicada en Rose Lake (Oregon) con qué me encontraría, si con algo parecido a esa primera novela de Sin mar, donde dominaba la ironía, el humor o si sería más dramática como lo fueron sus siguientes entregas.

Y la verdad, es que para nada son comparables, creo que la autora ha evolucionado y ha sabido captar bastante bien los diferentes sentimientos y etapas.

Nos encontramos con cuatro personajes: Vera, Maia, Martin y Kellan. Las dos primeras, de origen español, desembarcan en Rose Lake tras fallecer el abuelo de Maia y padre de Vera en Madrid, donde residían. Un tanto perdidas allí las recibirá Max, el padre de Maia y affaire adolescente de Vera, que lleva un restaurante.

Después de todo, el dolor por la marcha de alguien nos trae una de las cosas más preciadas de la vida: los recuerdos.

Maia se muestra como una adolescente incomprendida y desgarrada. Intenta gestionar sus emociones y al principio se muestra muy enfadada con la decisión de su madre de separarla de todo lo que conoce para llevarla a la fuerza a un lugar olvidado de Oregon donde tiene que empezar de cero.

Vera, por su parte, se encuentra confundida por si está haciendo lo mejor para el porvenir de su familia. Su padre era un gran apoyo emocional (y económico) y ahora no puede afrontar todo por su cuenta. Con el padre de Vera (gay a escondidas de sus padres) mantiene muy buena relación y será ahora cuando formen una verdadera familia.

En Rose Lake conocemos a los chicos: Martin y Kellan. Martin, es el hermano del padre de Vera, un tipo atractivo y profesor de literatura e historia en el instituto. Se encuentra peleado con su padre tras un trágico accidente... ya sabéis donde tenemos el drama y tiene muy claro que no quiere dedicarse al negocio familiar, el aserradero.

Kellan, es el adolescente más cercano a Maia y será un punto de apoyo aunque la realidad es que Kellan está bastante perdido entre sus obligaciones familiares, llevar el taller de su difunto padre o seguir sus sueño: dedicarse a la música.

-Porque acabo de descubrir que, si me besas, solo siento cosas bonitas. Cuando tú me besas el enfado se calla. Y me hacía mucha falta acallarlo.

Todo parece tranquilo y agradable en Rose Lake, pero el desembarco de las madrileñas hará mover las vidas de más de uno. Sobre todo porque Maia era un secreto para toda la familia así que, la tensión no ha hecho más que empezar...

Como nos podemos esperar entre estos cuatro saltarán chispitas.En ambos casos son relaciones que empiezan lentamente y con cierto recelo, una por la edad y las inseguridades adolescentes y la otra por la relación familiar que ya mantienen y lo que podría suponer, qué reprobación.

La novela, aunque a ratos se me ha hecho algo larga, está bien hilada y nos deja ver las vidas de los cuatro durante un curso escolar, desde la llegada del otoño a la primavera. Podemos ir comprobando que cada uno de los cuatro personajes sigue su maduración a su manera, su apertura al mundo como una flor... y lo difícil que es a veces gestionar las emociones cuando queremos tener en cuenta las de los demás por encima de las nuestras. Esto último nos lo demuestra Maia, que aprenderá a ser mujer aparte de ser madre en un proceso de autoaceptación de su propio cuerpo.

No olvidaremos al padre de Maia que también tiene su proceso de crecimiento y de aceptación, igual que los abuelos. Toda esta historia se encuentra en un entorno idílico que a cualquiera que ame la naturaleza le encantaría visitar... ;)

En general, me ha gustado tiene su punto de drama familiar y también algún que otro toque de humor, de cercanía y que hace que te puedas identificar con determinadas situaciones y hechos.