
Luz Gabás
Año: 2012
Páginas: 736
Solo un amor eterno podía dar voz al olvido. Es 1953 y Kilian abandona la nieve de la montaña oscense para iniciar junto a su hermano, Jacobo, el viaje de ida hacia una tierra desconocida, lejana y exótica, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de este territorio exuberante y seductor, le espera su padre, un veterano de la
Decidí empezar este libro principalmente por el título, sí, una tontería, pero me resultaba como exótico y misterioso al mismo tiempo. Al ver la sinopsis eso del exotismo se reafirmaba puesto que parte de la historia se desarrolla en la actual Guinea Ecuatorial, la otra parte sucede en España teniendo como protagonista a Clarence, una de las descendientes de los coloniales que tendremos como protagonistas.
Años 50 y 60. Kilian y Jacobo son dos hermanos procedentes de un pueblito aragonés de las montañas, Pasolobino. Durante años, ambos junto con su padre Antón, trabajarán en la colonia española de Bioko (Guinea Ecuatorial ahora), en las plantaciones de cacao de la finca Sampaka. Durante su estancia veremos el fuerte conflicto entre blancos y negros, estos últimos cómo bien sabemos, sometidos a la fuerza blanca y en condiciones de semiesclavitud, no podían compartir los mismos espacios, no recibían el mismo trata estaba mal visto casarse entre negros y blancos pero no tanto intimar... a pesar de estar ocupando su tierra originaria.
2003. Clarence, la hija de Jacobo, se encuentra una nota entre papeles y cartas antiguas de su padre. Ese papel contiene unas frases que la harán embarcarse en un viaje a Guinea, allí con la excusa de estudiar el lenguaje de la zona, intentará descubrir el secreto de la nota. Conocerá a Iniko y Laha, hijos de Bisila, una mujer que mantuvo una estrecha relación con los hermanos durante su estancia en la colonia. Además, en estos años conoceremos a los hermanos y su hermetismo a desvelar determinados aspectos pero al mismo tiempo reviviendo las experiencias en aquel lugar tan lejano que tanto les marcó.
A momentos la historia se hace un poco pesada, también determinados aspectos son muy predecibles pero vale la pena leerlo por el ambiente que se recrea de la colonia, los paisajes, sus vivencias y diferencias entre poblaciones, las relaciones de odio y de amor entre los mismos blancos y entre las razas, los sufrimientos, la dictadura del lugar y el mutismo que se vivía en España respecto al futuro de la colinia, así como de los españoles que habitaban en ella hasta que todo explota. Una novela de sentimientos, amor y cambio político.
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