Con la primera novela que leo de Jude Deveraux, Los días dorados, nos vamos a Escocia, 1766.
Tenemos dos personajes principales que son los plenamente protagonistas de la novela. Angus McTern, jefe de su clan, es respetado por los
hombres y adorado por las mujeres, es un chico que ha tenido que cargar con el peso del liderazgo desde que era bien joven y por eso, le tienen en tan alta estima en su clan. Por otro lado, tenemos a Edilean Talbot, una chica de 17 años nacida entre algodones, representa todo lo que Angus desprecia, pues este considera que no ha tenido que trabajar ni sufrir para tener lo que tiene, pero como son las cosas de la vida que desde el primer instante en que la ve no puede evitar enamorarse de ella.
Edilean, una chica con dinero pero que se siente sola y que por determinadas circunstancias se ve obligada a huir del castillo donde vive con su avaricioso tío, se verá enredada con Angus y con su adorado James Hancourt, pero no es oro todo lo que reluce con este joven apuesto y la joven pareja se verá envuelta en diferentes aventurillas que los llevan hasta América.
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