
Ana Alonso y Javier Pelegrín
Páginas: 264
Año:2014
Edebé
Kira está en Decia, el país de sus enemigos, como cautiva. Ha sido
llevada allí para impedir que su pueblo, Hydra, use sus dones mágicos en
la guerra contra los decios. Porque ella es la Reina de Cristal, capaz
de dominar a voluntad las aguas. Y lo peor es que todo es culpa de Edan,
el único hombre del que Kira ha estado realmente enamorada. Él la ha
ofrecido a su hermano el rey Kadar, quien la ha convertido en su
prometida. Para ella no puede existir una humillación mayor, y sin
embargo hay algo que le impide odiar a Kadar. Quizá, con lo que ninguno
había contado era con la interferencia de sus sentimientos en este
juego de poder y política. Amor y odio pueden ser dos caras de la misma
moneda.
Opinión personal
Durante la primera parte de la Reina de Cristal (I), teníamos a una joven Kira descubriendo sus poderes y unión con el agua, era tal el poder que descubría, el de poder manipular el agua, que se convirtió en el deseo, y al mismo tiempo el temor, de muchos. Como prisionera en las tierras de Decia y prometida a su rey, Kadar, la joven tendrá que tomar decisiones, tendrá que averiguar hacia quién en su lealtad: hacia ese pueblo nuevo que la acoge y la teme, al mismo tiempo que se empieza a encariñar del rey que se le impuso o hacia Hydra, su pueblo de origen, que parece no tener las mismas intenciones que tiene ella en un principio.
Kira madurará poco a poco de igual forma que empezará a controlar sus poderes y mientras va sanando las aguas dormidas desde hace siglos su poder, y su confianza en si misma, irán creciendo sin que nadie se dé apenas cuenta. Lo que no madura tan pronto es su amor, pues durante toda la novela va girando como una veleta: ahora Kadar ahora Edan, "los dos me han mentido", "me han usado en su interés pero sigo queriendo que alguno de los dos me acepte de verdad y sin reservas", cosa harto difícil en los tiempos que corre el país decio.
Así que lo puedo valorar como una lectura entretenida, con toques lentos típicos de las intrigas en palacio pero también de acción por ambas partes, ya sea mediante batallas y ataques o por el control del poder del agua que Kira va teniendo.
Así que lo puedo valorar como una lectura entretenida, con toques lentos típicos de las intrigas en palacio pero también de acción por ambas partes, ya sea mediante batallas y ataques o por el control del poder del agua que Kira va teniendo.
Le pongo un 4/5, a pesar de que su prota sea a veces tan insulsa y le de vueltas una y otra vez a lo mismo.
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