La historia comienza justo donde acabó 50 sombras más oscuras. Christian y Ana, ya se han casado y están en su luna de miel por Europa, en las primeras páginas hay unos flashbacks que nos muestran cómo fue este acontecimiento.
Ambos siguen con sus tira y afloja, discutiendo por absurdeces y otras cosas no tan absurdas ¿quién compra la compañía en la que trabaja y te obliga a ser la jefa cuando acabas de empezar? más de uno/a ya quisiera.. pero raro, precipitado y controlador es, digan lo que digan de este seductor Grey.
Christian continúa intentando superar sus miedos, sus rincones oscuros mientras que Ana, parece que supera su inseguridad e intenta acomodarse a su nueva vida de rica. No cabe decir que siguen con sus tórridas escenas, su yo interior y su diosa haciendo malabares.
En esta ocasión sigue habiendo un peligro que ya intuíamos durante la segunda parte, se producen saboteos, persecuciones y alguien es el responsable. El pobre Taylor tiene mucho trabajo por delante, al igual que Welch.
Aparte de eso, tendremos otra boda y un embarazo, ¿de quién? no quiero desvelar más, así que eso tendrás que descubrirlo si te atreves a finalizar esta trilogía.
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